La vida con un hijo rebelde puede ser muy complicada, todo dependerá en buena medida de la relación que el padre o la madre haya tenido con él desde que era niño, así como la comunicación.
Sin embargo, además de tratar de siempre de estar al tanto de las necesidades y sentimientos de tu hijo, enseguida te damos una serie de tips que te ayudarán ante esta situación:
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Piérdele el miedo al error
Nadie nace sabiendo ser padre o madre, por lo que todo mundo debe aprender sobre la marcha. El peor error que puedes tener es no hacer algo por temor a equivocarte.
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Mantén la compostura
Si tienes un hijo rebelde, sabes muy bien que los gritos pueden llegar a convertirse en el pan de cada día, inclusive acompañados en ocasiones de palabras altisonantes que pueden llegar a ser muy hirientes, ya sea de parte del menor hacia el padre, viceversa o en ambas direcciones.
Cuando un padre piensa cómo ayudar a un hijo rebelde, una de las primeras cosas que debe tener en claro es evitar perder la compostura. Contar hasta 10 y respirar profunda pueden parecer técnicas que caen en el cliché, pero no por ello dejan de ser efectivas para mantener la calma en momentos de tensión.
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Prepárate para dar “el extra”
Convivir todos los días con un hijo rebelde puede ser muy cansado, tanto física como mentalmente. Cuanto antes comprendas que será una labor complicada y agotadora, mejor. Da lo mejor de ti y así no tendrás luego nada que reprocharte a ti mismo.
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Sé sincero con él o ella
Hazle saber todo que lo quieres más que a nada en el mundo, que te preocupas por él y sufres por su comportamiento. Recuérdale los buenos momentos que tuviste en su infancia y dile que te gustaría volver a tener una relación cercana.
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Mantén tu palabra y predica con el ejemplo
Si le has dicho que lo castigarás cada vez que muestre cierta conducta (como llegar tarde a casa o decir groserías), cumple con tu palabra. De igual forma, si esperas que él sea amable con los demás tú también debes serlo. “No pidas lo que no das”.
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Identifica el origen problema
¿Se comporta así simplemente por los cambios hormonales propios de la adolescencia, o hay algo más? ¿Sus amigos? ¿Su novia o novio? ¿Problemas en la escuela?
Las causas pueden ser muchas y muy variadas. Para saber exactamente cómo ayudar a un joven rebelde, el mejor tip es que primero tengas claro la causa que ha originado el problema y entonces sí, seguir estos consejos y de ser necesario, recurrir a ayudar profesional.