Ningún padre quiere tener que lidiar con problemas de conducta en niños de preescolar. Ni en ninguna edad de hecho. Por fortuna, hay un método prácticamente infalible para evitarlos: el ejemplo.
“Predicar” con el ejemplo es la mejor herramienta que un padre y una madre tienen para educar a su hijo y convertirlo en una persona “de bien”, cuyo comportamiento sea positivo.
Aunque al final del día será el hijo quien decida su propio comportamiento, es innegable que las acciones de los padres terminan por influenciarlo sirviendo como modelo de las actitudes que les gustaría ver en él.
En ese sentido, a continuación te presentamos cuatro acciones concretas que todo padre puede llevar a cabo para evitar problemas de conducta en niños de preescolar:
-
Hacerse responsable de sus actos:
El que los padres les demuestren a sus hijos que asumen (siempre) las consecuencias de su comportamiento, es sin duda una gran lección. Digamos que un día derramas una copa de vino sobre una de sus playeras, él te preguntará qué le pasó, por qué cambio de color. La forma en que respondas (con la verdad o inventando una mentira) influirá en la manera en que tu hijo responderá en situaciones parecidas.
-
Actuar de manear respetuosa
Un padre debe ser respetuoso con todos los demás. Con sus hijos, con su pareja, con sus propios padres, con los vecinos, con los maestros de sus hijos, con el intendente, con todos, incluyendo consigo mismo. Esto le enseñará al hijo que lo adecuado es mostrar respeto a los demás sin importar la situación. Si por ejemplo un mesero se ha equivocado al traerles su orden a la mesa, lo ideal es hacerle notar su error de manera amable y preguntarle si podría traer el platillo correcto. -
Premiar el buen comportamiento
Muchas personas piensan sólo en cómo castigar a quien se porta mal, olvidando por completo que quien se porta bien debería recibir un premio. Premiar las conductas positivas es una gran forma de influir en el menor. Comprarle el juguete que desea por ser el mejor de la clase, dejarlo acostarse una hora más tarde por mantener limpio su cuarto, en fin, las posibilidades son muchas. Un niño recompensado por un buen comportamiento tiende a mantener esa conducta positiva en el futuro.
-
No recurrir al castigo físico
Bien dicen que “violencia genera violencia”, y seguramente eso es algo que no quieres ver en tu hogar. Los golpes no provocan un comportamiento positivo en nadie, y menos en un niño. El ser agredido físicamente sólo creará malos sentimientos en el pequeño, como puede ser el resentimiento, deseo de venganza o de desquitarse con alguien más, como puede ser su hermano menor, sus compañeros de la clase o su mascota. En lugar de eso, se recomienda usar razonamientos lógicos y naturales, dejar en claro las reglas y tomar en cuenta las capacidades del niño al momento de generase expectativas.
