Seguramente ya has escuchado y/o leído sobre qué es un internado para señoritas, ¿pero sabes cuál es la realidad de estos lugares en México?
Para comenzar, bien vale la pena recordar que a grandes rasgos los internados pueden dividirse en tres grandes clasificaciones:
Primeramente, están los Internados con escuela que admiten a alumnas externas. En ellos, mientras que hay alumnas que sólo acuden para recibir su educación, hay otras que de manera adicional realizan diversas actividades extraescolares y se quedan a vivir ahí durante un tiempo previamente establecido.
Como segunda opción tenemos los internados sin escuela. En este tipo de internados las jóvenes sólo cuentan con la alternativa de residencia. Debido a ello, si lo que se quiere es que reciban educación, se debe buscar una escuela de manera externa.
Otra opción son los internados con escuela integral. Es la forma más común de internados, donde además de cursar las materias del nivel escolar que corresponde (secundaria, preparatoria, o ambas), las alumnas estudian informática, ofimática, contabilidad, industria del vestido o huertos ecológicos, por mencionar sólo algunos ejemplos de la amplia variedad de opciones.
Este último tipo es el más atractivo, debido a que, con el objetivo de ofrecer una educación integral, las beneficiarias cuentan con actividades deportivas y extracurriculares. En lo deportivo hay opciones como fútbol, básquetbol, voleibol y gimnasia; por el lado extracurricular, las alternativas pueden incluir coro, gimnasia u orquesta.
Todas las actividades anteriores son unas cuantas de las múltiples actividades que puede llegar a tener un internado para señoritas, esto ya sea gracias a la iniciativa privada o al apoyo de diversas instituciones gubernamentales.
Ahora, a grandes rasgos, ya sabes qué es un internado para señoritas en México, la decisión sobre si es la mejor opción o no para educar a tu hija depende solamente de ella, y de sus padres.
Eso sí, nuestra recomendación es que antes de actuar, lo que debes hacer es darte a la tarea de investigar realmente a fondo las distintas opciones que tengas en tu ciudad e incluso fuera de ella.
Compara sus instalaciones, el personal que labora ahí (tanto a los administrativos como a los docentes), actividades deportivas y extracurriculares, si tu hija podrá o no salir del internado los fines de semana o en vacaciones, los precios, etcétera.