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Trastorno Negativista Desafiante en Adultos

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A diferencia de lo que se suele creer, esta condición no es propia de los niños y los adolescentes, sino que en efecto también existe el trastorno negativista desafiante en adultos.

De manera similar a los menores de edad, cuando un adulto sufre de este trastorno presenta patrones continuos de comportamiento de la conducta desobediente y agresiva.

Quien sufre de trastorno negativista es incapaz de lidiar con la ira, simplemente porque no sabe cómo hacerlo, lo que lo lleva a reaccionar de forma rebelde en contra de cualquier persona que pueda tener algún tipo de autoridad sobre él, como su jefe directo en el trabajo, un oficial de policía o incluso su madre, esto debido a que no pueden soportar que nadie les diga lo que tienen qué hacer.

Estos adultos no pueden controlar su temperamento como los demás y padecen de estallidos frecuentes muy fáciles de notar. Son personas antisociales y les resulta complicado distinguir entre el bien y el mal.

quien-sufre-de-trastorno-negativista-es-incapaz-de-lidiar-con-la-iraLos principales motivos de la aparición del trastorno negativista desafiante en adultos radican en las condiciones del medio ambiente del hogar, siendo este espacio responsable de esta conducta de oposición a las leyes y normas establecidas.

Desde pequeños, se nos enseña lo que está bien y lo que está mal, y conforme vamos creciendo somos capaces de distinguir por nosotros mismos entre lo correcto y lo incorrecto.

Por el contrario, aquellos niños que no comprendieron esta diferencia, terminan por recopilar todo lo que observan en su hogar y asimilarlo como un comportamiento normal, aunque no lo sea. De esta manera, si en su casa el niño observa que el padre o la madre son agresivos entre sí, lo más seguro es que al crecer tenga comportamientos similares.

Otro factor que puede influir es el de la presión de grupo (de amigos, de compañeros, de vecinos, etc.). Si el menor crece en un vecindario donde lo que predominan son las bandas criminales, al crecer el adulto podría desarrollar este trastorno de forma más fácil.

Un último factor que incide en la aparición de este trastorno es el genético, donde si se tienen antecedentes en el árbol genealógico de comportamiento antisocial, es probable que esto se replique durante generaciones.

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